Para esta nueva práctica he querido centrarme en uno de los temas que considero principales en mi vida, las artes marciales. En concreto, en un colectivo con el cual actualmente tengo un mayor contacto directo como es mi clase de Jiu Jitsu Brasileño.
La verdad es que llevo toda la vida dedicándome a las artes marciales, desde el Karate japonés, hasta el Kung Fu chino, pasando por el Boxeo o el Muay Thai entre otros. Pero la verdad es que desde que conocí el Jiu Jitsu brasileño cambió bastante mi perspectiva respecto a las artes marciales ya que este arte lleva el combate y la defensa personal a otro terreno.
Con terreno me refiero literalmente al suelo, ya que la gran parte de la práctica del JiuJitsu brasileño se realiza en el suelo. Pero para poneros más en contexto me gustaría explicar brevemente en que se basa este arte marcial.
El Jiujitsu brasileño es una adaptación a la competición deportiva del Jiu Jitsu tradicional japones, el cual no es más que un arte marcial enfocado a la defensa personal. Se le atribuye el gentilicio de brasileño ya que fue en Brasil donde se originó este cambio. A su vez, gracias a esta competición el arte marcial sufrió una evolución de sus técnicas ya que los contrincantes están sometidos a unas reglas.
En mi clase encontramos personas de todo tipo de edades que disfrutan de este arte marcial sin la obligación de competir, aunque sí que hay muchos otros compañeros que disfrutan de la competición.
Creo que esto es uno de los aspectos interesantes a analizar del porque algunas personas se interesan por competir a diferencia de otras, además de analizar lo que le ocurre a un arte marcial cuando se integra fuera del país de origen como es Japón con una cultura tan particular y se modifica en una cultura totalmente diferente como es la brasileña.
Aun con todo esto, creo que la práctica del Jiu Jitsu brasileño está limitada a causa de su estilo. Con esto me refiero que para realizar la actividad correctamente se necesita que el pavimento sea adecuado, como lo sería un tatami. Por lo que la práctica del deporte está limitada a realizarse en lugares donde haya un tatami o similar.
Esta es una de las muchas cosas que el diseño podría solucionar.